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Qué es la saliva

Qué es la saliva

La saliva es una secreción mixta producida a partir de la mezcla de los fluidos provenientes de las glándulas salivales1. Tiene un aspecto transparente, de viscosidad variable y está formada en su mayor parte por agua, sales minerales y algunas proteínas con funciones enzimáticas, que se encuentra en la cavidad bucal e intervienen en la digestión. Se produce de manera continua por las glándulas salivales de la boca y varía según estímulos sensitivos, mecánicos o eléctricos. El mayor volumen se genera antes, durante y después de las comidas. En un solo día se producen entre 1 y 1,5 litros de saliva, reduciéndose considerablemente por la noche y durante el sueño1,2.

Existen tres pares de glándulas salivales principales, que son responsables del 93% del volumen de la saliva y otras glándulas más pequeñas distribuidas por la boca que producen el 7% restante1.

Las glándulas salivales mayores son:

  • Las glándulas parótidas, son las más grandes, con forma piramidal y están situadas detrás de la mandíbula, por debajo y delante de las orejas. Se encargan de producir el 45% de la saliva total, principalmente acuosa mientras comemos o bebemos y están divididas por el nervio facial en dos lóbulos3,4. El conducto que la conecta con la boca se llama conducto de Stensen3.
  • Las glándulas submandibulares son las segundas más grandes tras las parótidas. Se sitúan bajo la mandíbula inferior y secretan la saliva a través del conducto de Wharton5.
  • Las glándulas sublinguales, son las más pequeñas, situadas bajo la lengua. Sólo producen el 5% total de la saliva mucosa a través de 8 a 20 conductos de drenaje denominados conductos de Rivinus que desembocan en el suelo de la boca6.

Alrededor del 70% de la saliva de alta viscosidad en reposo es producida por las glándulas submandibulares, seguidas por las glándulas parótidas con un 25%4.

Las funciones principales de la saliva son ayudar a preparar la digestión y proteger la cavidad oral, la membrana mucosa y los dientes de gérmenes y ácidos1. Otras de sus funciones son la lubricación, fonación, remineralización y regulación del pH para evitar lesiones1.