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Opciones de tratamiento

¿EN QUÉ CONSISTE EL TRATAMIENTO CON LA NEUROTOXINA BOTULÍNICA? ¿ES UN TRATAMIENTO SEGURO?

El uso de la neurotoxina botulínica ha demostrado ser un tratamiento eficaz y seguro en la reducción control de la hipersalivación1. El tratamiento con la neurotoxina botulínica presenta un perfil de tolerabilidad y seguridad conocidos puesto que es un tratamiento aprobado desde hace muchos años para la relajación de la tensión muscular anormal, como en el caso de la distonía o la espasticidad en adultos26.

Su efecto en el tratamiento del babeo se conoce desde hace tiempo, puesto que se ha empleado en el tratamiento de la sialorrea en adultos y recientemente, ha sido aprobado a nivel europeo para el tratamiento de la sialorrea crónica debida a trastornos neurológicos o del neurodesarrollo en niños y adolescentes de 2 a 17 años con un peso mayor o igual a 12 kg26.

En la población pediátrica, el procedimiento de la neurotoxina botulínica es el siguiente23:

  • Se inyecta directamente la neurotoxina en las glándulas salivales del niño, reduciendo la producción de saliva.
  • La inyección debe realizarse con ayuda de un ecógrafo para asegurar que la jeringa se coloca exactamente en el punto correcto.
  • Con el fin de que sea lo menos estresante posible para el menor, el médico puede ofrecerle un anestésico local (como una crema), sedación o una combinación de ambos antes del tratamiento.

El efecto deseado dura normalmente entre 3 y 5 meses, aunque esta duración puede alargarse o acortase. El tratamiento puede repetirse cuando sea necesario, siempre que hayan pasado al menos 12 semanas25. En caso de dudas o asesoramiento su médico le proporcionará amplia información y recomendaciones para averiguar juntos si el tratamiento con la neurotoxina botulínica es adecuado para el niño.

Después de que el niño haya sido inyectado con la neurotoxina botulínica, la terapia suele tardar unos días en mostrar su efecto. Un estudio clínico ha demostrado que el efecto del tratamiento aumenta con cada ciclo de inyección. Por lo tanto, puede ser aconsejable esperar al menos tres ciclos de inyección para determinar si el niño tolera el tratamiento bien y si éste debe ser continuado.